Con la finalidad de recuperar la memoria de la ocupación humana de la región, desde 2007, el Parque Nacional Calilegua inició un intenso programa de investigaciones arqueológicas. Llevado adelante por un equipo multidisciplinario, constituido por guardaparques, una funcionaria del Municipio de Libertador General San Martín y un arqueólogo del CONICET.
Tejiendo un puente entre el pasado lejano y el reciente, el programa de investigaciones se aboca tanto al registro de los testimonios prehispánicos como al estudio de los puestos ganaderos localizados en el territorio del Parque y que funcionaron hasta finales de los años 1970.
Una dinámica, varios objetivos.
Los alcances del programa de arqueología del Parque Calilegua pueden ser medidos en diferentes planos:
• La intervención del Estado Nacional (APN, Municipalidad de Libertador General San Martín, CONICET) en el rescate de un pasado regional, un deber de memoria que señala un fuerte compromiso con la sociedad en el reconocimiento y valorización de la historia de los pueblos nativos que actualmente habitan en el territorio.
• Al mismo tiempo, para las Ciencias Sociales, se trata de una importante contribución al desarrollo de los conocimientos sobre la ocupación de la región tanto en tiempos prehispánicos como históricos y sobre las diferentes racionalidades que la estructuraron. En este sentido, la posibilidad de conocer, estudiar y comprender nuevas lógicas (sociales, económicas, simbólicas, etc.) en la relación entre el hombre y el medio, diferentes de la occidental basada casi exclusivamente en la dominación y explotación intensiva, inscribe este programa dentro de un debate de gran actualidad e importancia en la sociedad.
• En otro orden, el programa desarrolla una de las líneas de acción de la APN en tanto se aboca a los Recursos Culturales, no solamente sistematizando su registro, sino garantizando su conservación y proyectando su puesta en valor en la sociedad.
Los resultados alcanzados
A la fecha, las prospecciones realizadas en el territorio del PNC y zonas aledañas permitieron el registro de unos 41 sitios arqueológicos; estos pueden ser agrupados en: sitios prehispánicos y ocupaciones históricas, principalmente puestos de ganaderías trashumantes.
Los sitios arqueológicos prehispánicos rinden cuenta ya de una ininterrumpida ocupación humana que se extiende por lo menos desde el Período Formativo (1500 años antes de Cristo) hasta la época Inka (aprox. entre 1450 y 1550). Sin embargo, la ocupación humana de la región parece ser más densa a partir del 1er milenio de nuestra era, tal como atestiguan las numerosas aglomeraciones y colonias productivas del Período de Desarrollo Regionales (siglos XII-XIV) registradas en cercanías del Parque. Más recientemente, el arribo de los Inkas en la región, motivado por la explotación de sus metales, pero también por otros recursos naturales como las plantas psicotrópicas, las plumas, las pieles, y muy probablemente el cultivo de coca- en curso de estudio-, marcó ciertamente un nuevo hito en la historia regional. La impronta del Tawantinsuyu, se ve reflejada principalmente en el paso del Capacñam, o camino principal Inka, y en la instalación de santuarios de altura sobre las cumbres de las Serranías de Calilegua. Para estos períodos tardíos, resultan muy significativas las relaciones mantenidas entre las Yungas y la vecina Quebrada de Humahuaca.
En cuanto a los períodos mucho más recientes, la memoria de los pobladores de la región junto con los trabajos de prospección, permitieron el registro de muchos de los puestos ganaderos que funcionaban en el territorio del PN Calilegua hasta momentos antes de su creación. La mayoría de estos puestos se encuentran localizados sobre antiguas ocupaciones prehispánicas. Esta recurrencia encuentra su explicación en que se trata precisamente de aquellos lugares que sean más propicios para la instalación humana, sea por presentar un relieve plano o por su cercanía con fuentes de agua.
En síntesis, contrariamente a la imagen, reproducida a lo largo de la historia, que presenta a las Yungas como un territorio inhóspito y poco poblado a no ser por indígenas en la frontera del salvajismo, sabemos hoy que la región fue el escenario, a lo menos desde el 1er milenio antes de Cristo, de ininterrumpidos procesos sociales, los cuales desembocaron en identidades culturales muy definidas. Podemos ya observar que los antiguos pobladores de la región supieron interactuar con el medio estableciendo una relación regida más por una lógica de reciprocidad que puramente de dominación. Comprender más el funcionamiento de estas lógicas, y transferirlas a la sociedad, es uno de nuestros mayores desafíos.
Períodos mayormente representados en el Parque Nacional Calilegua
Período Formativo: en el NOA entre 1500 a.C y el 500 d. C. El comienzo de este período es marcado tanto por la adopción del modo de vida sedentario y aldeano, la práctica generalizada de la agricultura y ganadería (camélidos) así como por el desarrollo de la industria alfarera. En las serranías orientales del NOA, este período se encuentra representado por las tradiciones cerámicas San Francisco.
Horizonte Medio o Período de Integración Regional: aproximadamente entre el 500 y el 1.100 d.C. Poco representado en la región, durante este período se desarrollan en el NOA sociedades complejas que establecen vínculos macro regionales; en la región Valliserrana es representado principalmente por el complejo Aguada.
Período de Desarrollos Regionales o Intermedio Tardío: aproximadamente entre el 1.100 y 1450 d.C. Durante este período se asiste a la emergencia de identidades regionales bien definidas que generalmente adoptan un modo de establecimiento aglomerado, el cual es conocido en la región como pucaras o antigales. Se fortalecen las relaciones macroregionales entre la puna, los valles y las tierras bajas. En al región se encuentran estilos cerámicos análogos a los presentes en la Quebrada de Humahuaca.
Período Inka: desde 1450 hasta aprox. 1550 d. C. Dentro de la política de dominación y control territorial del imperio Inka la región es incorporada al Qollasuyu, distrito que comprendía todos los territorios andinos localizados al sur del lago Titicaca. Como parte de sus estrategias de control, los Inkas establecen en todo el Tawantinsuyu, un sistema de relocalización de grupos étnicos (mitmaqunas).
Período de Contacto Hispano Indígena: desde 1532 hasta 1572. Se trata de un momento de transición marcado por el desembarco de Francisco Pizarro en Cajamarca (Perú) y el desmantelamiento definitivo de la resistencia inka en Villcabamba. Este período se caracteriza por un decaimiento general de las tradiciones prehispánicas, el arribo de las primeras incursiones colonizadoras de los españoles y el progresivo nucleamiento de los pueblos indígenas en torno de reducciones.
Período Colonial: desde 1572 hasta 1810.
Período Republicano: desde 1810 hasta la actualidad.
El equipo del Programa de Arqueología del Parque Nacional Calilegua
Baltazar Ramos, Ariel López y Laura Chazarreta: Guardaparques
Francisco Gallardo, Guillermo Nicolossi y Alejo Zalazar: Guardaparques apoyo logístico
Rosario Jara: Municipalidad de Libertador General San Martín
Dr. Pablo Cruz: Arqueólogo CONICET-INAPL.
Contacto: INTENDENCIA DEL PARQUE NACIONAL CALILEGUA
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